La vivienda de mayores de Sotos lleva 17 meses sin recibir las subvenciones de la Junta


22 de mayo de 2013. Cuenca Alternativa. La Cooperativa Albergue de la Virgen de Sotos quiere poner en conocimiento de la ciudadanía la difícil situación económica que atraviesa. Hace ya diecisiete meses que no recibe las subvenciones que la Junta que Comunidades de Castilla-La Mancha destina a las viviendas de mayores. Desde la cooperativa hacen un llamamiento a los políticos responsables para que ingresen el dinero que se les debe y dejen de ahogar un servicio que es tan necesario para la población.

La situación de estas trabajadoras, que ofrecen un servicio de calidad y primera necesidad a un coste muy reducido, es francamente precaria tras llevar casi un año y medio sin percibir las subvenciones de la Junta de Comunidades. Si la vivienda de mayores de Sotos sigue funcionando es debido a las aportaciones de las personas mayores que reciben el servicio y del Ayuntamiento de la localidad que cubre los gastos de mantenimiento del edificio, calefacción, agua y teléfono. El dinero de la subvención se destina al sueldo de las trabajadoras y responsables de la vivienda, lo que significa que llevan ya la friolera de 17 meses sin cobrar.

Ni en 2012, ni en lo que llevamos de 2013 han recibido las subvenciones que destina la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha a las viviendas de mayores, y sin embargo han tenido que adelantar el pago del IVA de la subvención de 2012, como si la hubieran cobrado. El diciembre pasado, viendo que la situación se prolongaba en exceso, decidieron ponerse en contacto con los responsables políticos y de Bienestar Social. Hablaron con Rogelio Pardo y con Antonio Enero, “todo fueron buenas palabras, pero seguimos igual”, afirman.

La vivienda de mayores de Sotos presta servicio a un total de 10 personas durante los 365 días del año y cuenta con servicio de guardia nocturno y teleasistencia. Los usuarios son personas ancianas que se valen por sí mismas y que en la vivienda pueden ser atendidas sin perder el contacto con su entorno, “siguen yendo a sus casas y están con sus familiares cuando vienen de fin de semana”, afirman desde la cooperativa. 

Según declaran las trabajadoras, hasta ahora no se ha resentido el servicio, pero de seguir así terminará notándose. Esta vivienda lleva ya funcionando 11 años y ha sido gestionada por diferentes entidades, primero Cruz Roja, luego Cáritas y, finalmente, por estas mujeres trabajadoras que decidieron formar una cooperativa para hacerse cargo de la vivienda y de esta manera mantener su puesto de trabajo y continuar ofreciendo este servicio tan necesario a la población.

Las trabajadoras insisten en la calidad del servicio que prestan y lo barato que resulta, “que se den cuenta los políticos que una plaza en vivienda de mayores es mucho más barata que una plaza en residencia, que éste es un buen modelo para dar un buen servicio y ahorrar en costes”. Sotos es una población de unos 490 habitantes y la vivienda de mayores permite ofrecer a estas 10 personas del pueblo una excelente atención, y a sus familiares la tranquilidad de que sus padres y madres están bien cuidados.

Desde la cooperativa hacen un llamamiento a los políticos responsables para que de una vez resuelvan este asunto y les ingresen el dinero de las subvenciones que les deben para que la vivienda de mayores pueda seguir funcionando.

Fotografía: Cooperativa Albergue de la Virgen de Sotos.

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