Las deudas del Ayuntamiento no deben financiarse con el agua. Entrevista a Miguel Cañas.


Miguel Cañas fue concejal de IU en el Ayuntamiento de Cuenca en la legislatura 1995-1999. Como tal, le tocó pelear contra dos intentos de privatización del servicio municipal del agua por parte del PP. Cuenca Alternativa ha querido entrevistarle antes del Pleno del Ayuntamiento en el que se debatirá el cambio de gestión del agua propuesto por el Alcalde, Juan Ávilade PSOE, para que la ciudadanía pueda tener a su alcance toda la información y todos los puntos de vista necesarios sobre este asunto tan importante y que tan poca atención está recibiendo comparado con otros de mucha menor trascendencia para la ciudadanía.

Entrando, Miguel, si te parece, directamente en el asunto, ¿nos podrías decir qué aspectos son, según tu opinión, los más rechazables del cambio de gestión del agua propuesto por el Ayuntamiento de Cuenca?

  El agua es un recurso básico. Tal y como se dice en una campaña que se está desarrollando en estos momentos por parte de sindicatos, organizaciones sociales y grupos ecologistas en la Unión Europea, el suministro de agua y el saneamiento es un derecho humano y debe ser la gestión pública la que garantice estos servicios esenciales.
  Lo que quiere hacer el Ayuntamiento de Cuenca es una mercantilización de este servicio, al margen del instrumento jurídico que utilicen, es un negocio, con el que intentan obtener dinero para hacer frente a problemas que nada tienen que ver con este servicio y que no han sido generados por su prestación desde la gestión pública, que aunque sea deficiente, puede ser mejorada sin necesidad de cambiarla. Y este negocio lo van a financiar todas las personas de Cuenca a través de las tarifas del agua. Nadie va a regalar nada al Ayuntamiento, ni la empresa que gestione el servicio, ni los bancos que presten el dinero, que por supuesto recuperarán lo prestado con intereses de usura, que es lo que están haciendo en estos momentos.
  Que se financien, a través de la prestación de este servicio básico, otras actividades del Ayuntamiento y se paguen las deudas generadas por una mala gestión anterior, es una perversión por principio. El dinero que pagamos por el  agua debe tener como fin exclusivo financiar el servicio, con un sistema de tarifas que garantice este derecho a todas las personas, facilitando a bajos precios ó incluso de forma gratuita a las personas mas necesitadas, la cuota básica de consumo de agua por persona, que expertos señalan que podía estar entre 30 y 40 litros/día, y a partir de ahí, ir gravando de forma progresiva los mayores consumos. 
  Luego están otras cuestiones que deberían tenerse en cuenta: el hecho de que el agua no es un bien natural renovable, que hay que sopesar cuestiones ecológicas importantes y que estos servicios municipales, al margen de  la forma de gestión que se utilice, se hace bajo la condición de monopolio natural, por lo que no sirven todos los argumentos que se utilizan para justificar que estos servicios se gestionen bajo la lógica del mercado, como hacen los privatizadores. 

La gente que no está familiarizada con los términos técnicos podría tener dificultades a la hora de comprender qué es lo que está en juego en este cambio de gestión, ¿cómo explicarías, para que lo pudiera entender cualquiera, qué es el canon que la empresa pública pagaría al Ayuntamiento y qué significa que el agua de todos se convierta en aval de la deuda del Ayuntamiento? 

  El Alcalde y los miembros del equipo de gobierno municipal, han reconocido que el principal objetivo de este cambio de gestión que proponen, es tratar de aliviar la situación económica del Ayuntamiento, que tiene una enorme deuda. Para ello, se plantean que la empresa que gestione el agua adelante un canon que cifran en una cantidad que no será inferior a los 15 millones de euros.
  Tal y como reconoce el Alcalde, es el primer caso en toda España, en el que se pretende utilizar la creación de una empresa mercantil con capital 100% municipal para cobrar un canon. Los ayuntamientos que se han planteado conseguir dinero a través de un canon, siempre han optado por la concesión a una empresa privada durante un largo período de tiempo.
  Ese canon lo piensan financiar a través del endeudamiento de la empresa que gestione el servicio. Es decir, quieren solucionar el problema del endeudamiento del Ayuntamiento, no desde un nuevo modelo de gestión presupuestaria, sino recurriendo a más endeudamiento; pero como desde el Ayuntamiento no lo pueden hacer porque el Plan de Ajuste no se lo permite, recurren a que sea la empresa municipal la que se endeude, porque piensan que eso sí que se lo permitirá el Gobierno. Digo esto, por la sencilla razón de que el Ayuntamiento de Cuenca es un Ayuntamiento intervenido por el Gobierno central, consecuencia de la aplicación de las leyes de estabilidad presupuestaria, derivadas de la modificación del artículo 135 de la Constitución Española aprobada por el PP y El PSOE en el año 2011. En cualquier caso, la deuda, sea del Ayuntamiento sea de la empresa municipal, la vamos a pagar la ciudadanía.
  Efectivamente, el banco que preste el dinero a la empresa municipal para el canon tendrá la garantía de que esta empresa se quedará con toda la recaudación del servicio de aguas que pagamos las personas de Cuenca. Ese va a ser su principal y casi único activo.
Pero vamos a la pregunta, ¿qué es el canon? El canon no es un regalo que hace al Ayuntamiento la empresa a la que se le encarga la gestión del servicio. El canon es una compensación o un adelanto que la empresa hace al Ayuntamiento para que este haga frente a las inversiones realizadas pendientes de repercutir en el precio del agua (correspondientes a instalaciones que se encuentran en funcionamiento y en curso de amortizar) y a la necesidad de efectuar inversiones en el servicio que serán costeadas íntegramente por el Ayuntamiento a lo largo de los 25 años que dure la encomienda de gestión, (en el caso que nos proponen) o la concesión en el caso de que fuera una empresa de capital privado. El canon debe establecerse por ello tras una valoración con criterios objetivos, para retribuir al Ayuntamiento por la utilización que va a hacer de los bienes afectos al servicio la empresa que lo gestione (sea pública o privada).
  Para que se entienda mejor: el Ayuntamiento va a dejar de ingresar el dinero que recauda actualmente por el suministro, el alcantarillado y la depuración, que es una cifra cercana a los seis millones de euros anuales. Este dinero lo ingresara la empresa que gestiona el servicio, pero el Ayuntamiento sigue manteniendo la obligación de conservar en perfecto estado todos los bienes afectados al mismo y también la de hacer frente a las nuevas inversiones que sean necesarias. Para ello, cobra un canon por adelantado o un canon anual que, lógicamente y desde el criterio de muchos interventores municipales, debería estar afectado al servicio y no dedicarlo a otras cosas.
  Como el Ayuntamiento no tiene un inventario de bienes actualizado, ni ha definido con claridad las inversiones que serán necesarias en los 25 de años de encomienda o de concesión, el canon se calcula través de los flujos de caja de la empresa que gestiona el servicio durante esos 25 años.
 Por eso, aquellos que nos oponíamos a estos procesos (incluido el PSOE de Cuenca en legislaturas anteriores), afirmábamos que si lo que el Ayuntamiento ingresa por el canon no se destina al servicio, se está  provocando una  evidente descapitalización del mismo.

¿De qué modo va a afectar el cambio de gestión al recibo del agua? 

  En el año 2013 se incrementan las tarifas un 18% con respecto a las del año 2012, y la promesa de que durante los 25 años que dure la encomienda no se elevarán más que el IPC, no deja de ser una promesa que puede ser incumplida cualquier año que el Pleno del Ayuntamiento decida incrementarlas más, por nuevas necesidades que puedan surgir.

El PSOE de Cuenca afirma que el cambio de gestión no supone una privatización porque el abastecimiento del agua estará en manos de una empresa pública municipal, ¿hasta qué punto podemos hablar de privatización aunque la empresa sea pública?

  Es cierto que la empresa va a ser de capital 100% municipal y que esta empresa (SIM´c) ya está creada. Pero precisamente, esta empresa se creó en el Ayuntamiento de Cuenca no para hacer una gestión pública, sino para privatizar servicios, pues su única función era la de subcontratar obras y servicios con empresas privadas, huyendo del derecho administrativo, que según dicen es un obstáculo. Además esta forma de gestión a través de una empresa “pública”  ha supuesto un encarecimiento de los servicios que hemos pagado la ciudadanía y que denunció el propio Tribunal de Cuentas. Algunos han cifrado esa sobrefacturación en un millón de euros anuales aproximadamente, dándose además una duplicidad entre la empresa y los propios servicios municipales. Defender la gestión de los servicios que ha hecho la empresa  SIM´c es contribuir de una manera especial al desprestigio de lo público.
  Por otra parte, estas empresas se rigen por el derecho privado, pero lo que define con más precisión este caso es el establecimiento de un canon. No se crean empresas municipales para gestionar servicios con el objetivo de ingresar un canon. Se crean porque los que así lo acuerdan entienden, con mayor o menor fortuna, que  es la mejor forma de gestionar el servicio. El establecimiento de un canon, que es  cobrar por adelantado las retribuciones que la empresa debe dar al Ayuntamiento durante los 25 años de encomienda de gestión, hace que estemos ante una solución similar al de la concesión administrativa o privatización que  quería hacer el PP en legislaturas anteriores.
  Otra cuestión importante es que los precios que nos cobran por el servicio de aguas dejarán de ser tasas y pasarán a ser precios privados. Esto es importante, porque en las tasas la ley prohíbe que se recaude más que lo que cuesta el servicio y tal y como lo plantean ahora, lo que hacen es un negocio con el que obtener beneficios, por ello las tarifas serán precios privados.
  Otro aspecto importante, y que deja al descubierto las supuestas “bondades” de esta propuesta, es todo lo referente a los estudios de costes del servicio que figuran en los diferentes documentos que se han elaborado por el servicio de intervención municipal. Existen cuatro referencias distintas, la Memoria para el cambio de gestión, los informes técnico - económicos de las ordenanzas fiscales que rigen el servicio (Suministro, Alcantarillado y Depuración), el Plan de Ajuste aprobado y la Cuenta General del año 2011. Pues bien, no coinciden los datos en ningún caso.
 Hablando de las previsiones para el año 2013, en la Memoria expuesta al público, se cifran los costes del servicio en 3.779.299 euros (no se incluye nada referente al canon) y en los informes técnico - económicos de las ordenanzas, los costes del servicio serían de 7.232.094 euros. Como se observa, hay muchas diferencias.
 En mi opinión (podría argumentar con datos concretos), en los informes técnico - económicos de las tasas se están inflando artificialmente los costes con dos objetivos: asegurar beneficios a la empresa que gestione el servicio y salvar la prohibición que establece la ley de haciendas locales en el sentido de que no se puede recaudar más dinero de lo que son los costes del servicio.
  Ante todo esto, el PSOE dice que no es una privatización ya que  la empresa sería de capital municipal 100%. Pero queda claro que el objetivo que plantean es el mismo que si se tratara de una concesión administrativa a una empresa privada y el debate planteado de esa forma puramente retórica por parte del PSOE puede ser una trampa.

¿Piensas que los ciudadanos debemos oponernos a las privatizaciones y mercantilizaciones del agua tanto en Cuenca como en cualquier otra parte? ¿Qué hay de malo en ello como para que debamos movilizarnos en contra de estas políticas?
  
  Por lo dicho anteriormente creo que hay que oponerse a estas formas de gestión que nos proponen y por supuesto las movilizaciones que se lleven a cabo para tratar de impedirlo son más que necesarias.

El propio Ayuntamiento reconoce que el motivo fundamental de la propuesta de cambio de gestión del agua es saldar la deuda contraída por el Ayuntamiento, ¿Cuál es el origen de la deuda actual del Ayuntamiento? 

  La deuda está originada por una gestión nefasta basada principalmente en la especulación inmobiliaria. Durante los últimos años, hasta que explotó la “burbuja inmobiliaria”, el Ayuntamiento de Cuenca estaba recaudando mucho dinero a través de la venta de los aprovechamientos urbanísticos públicos. Esto era otra forma de privatización contra la que algunos hemos peleado durante los años de “bonanza” económica, denunciando que se estaba creando un modelo de gestión económica del Ayuntamiento INSOSTENIBLE.
  Obras totalmente innecesarias, como el Bosque de Acero, y la  gestión de los servicios a través de la empresa fantasma SIM´c, financiados con esos ingresos extraordinarios procedentes del urbanismo. Y lo que ocurre es que cuando esos ingresos desaparecen, surgen graves problemas, hasta el extremo de llegar a una deuda de 65 millones de euros.
  Por cierto, destacar que esta deuda ha sido generada por la gestión de los dos partidos mayoritarios: PP y PSOE. Es cierto que en la última legislatura el endeudamiento se incrementó en 25 millones de euros, pero se hizo con el voto a favor del PP y del PSOE y el voto en contra de IU.

¿Qué alternativas existen en estos momentos para resolver el problema de liquidez que plantea la deuda?.

  ¿Qué alternativas existen? Cuando plantean esa pregunta o cuando exigen que se den alternativas, deberían aclarar en primer lugar qué problemas quieren solucionar. En segundo lugar, lo que habría que saber es con qué márgenes de actuación y en el marco de qué políticas se deja intervenir a los ayuntamientos.
  La deuda es enorme, los intereses que los bancos cobran son muy elevados y los gobernantes del Ayuntamiento crearon una estructura presupuestaria sin financiación suficiente. ¿Qué se puede hacer con esos condicionantes? La verdad es que poco, pero ellos mismos se han puesto los límites. ¿Se pueden aumentar mucho más los ingresos?, ¿se pueden reducir gastos corrientes sin necesidad de despedir a nadie?
  Hicieron un Plan de Ajuste que en teoría tenía los objetivos de eliminar el déficit y pagar la deuda y en el que no se contemplaba lo que quieren hacer ahora con el servicio de aguas. Sin embargo sí que se barajaba la posibilidad de liquidar la empresa SIM´c, por lo que yo preguntaría entonces, ¿qué de nuevo ha pasado desde que se aprobó ese Plan de Ajuste?
En resumen, en mi opinión estrictamente personal, no tienen derecho a exigirnos alternativas si nos imponen unos límites de las políticas a realizar, límites que no se pueden compartir ni admitir, porque impiden soluciones justas socialmente.  

Desde la alcaldía se defiende el cambio de gestión como medida para evitar el despido de  un número no determinado de trabajadores municipales, ¿Qué consideración moral y/o política te merece la disyuntiva que presenta el Ayuntamiento?

  Es cierto que el Ayuntamiento está en una situación crítica. Ellos la han provocado en la última década. Ellos se han puesto la soga al cuello. Ellos han creado una estructura presupuestaria basada en ingresos coyunturales. Ellos se han sometido a la intervención del gobierno central con el Plan de Ajuste. ¿Ahora qué? Culpar a los que nos oponemos a este cambio de gestión es seguir la misma estrategia de los que dicen que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y que hay que aceptar los recortes. Es culparnos a los que no tenemos culpa alguna, de los desmanes que ellos mismos han cometido.
Que busquen soluciones sin someterse a las políticas de austeridad impuestas por la Troika Comunitaria y por el Gobierno de España. Si no las encuentran, será quizás porque en el marco de esas políticas no existan. Pero los responsables son ellos. Que se sienten con los representantes de los trabajadores municipales a buscar soluciones y que asuman que no hay retorno posible al pasado más reciente. Que hace falta otro modelo y no recurrir a estas soluciones “imaginativas” que pagamos la ciudadanía y que no resuelven los problemas de fondo, problemas que volverán sin duda, aunque, de momento, hagan caja para resolver coyunturalmente los problemas de tesorería que tienen.

El PSOE de Cuenca no llevaba esta propuesta en su programa electoral. ¿No es incoherente criticar al gobierno nacional del PP por no cumplir su programa y luego presentar propuestas de gran calado que no se llevaban en el propio?.

  Ya nos tienen acostumbrados a estas cosas a las que deberíamos poner freno, castigando en los procesos electorales estas formas de actuar.

¿Crees que la ciudadanía ha tenido tiempo e información suficientes para crearse su propia opinión sobre el tema? ¿Qué opinas de la rapidez con la que se quiere llevar a Pleno una decisión tan importante?.

  No, el procedimiento está siendo muy rápido. En los documentos sometidos al trámite de información pública se ocultan cuestiones muy importantes. Se trata de cobrar un canon al que no se hace ninguna referencia en la Memoria. No sabemos cómo calcularán ese canon, tampoco sabemos en qué consistirá el acuerdo de “encomienda de gestión” que el Ayuntamiento debe hacer a la empresa, ni cuál será el régimen jurídico de los bienes e instalaciones del Ayuntamiento que se deben entregar a la empresa.
  Por todo ello, creo que el proceso no está siendo transparente, parece que tienen mucha prisa y que lo van a aprobar opine lo que opine la ciudadanía.   
.El caso de Cuenca no es único. Hay otros muchos sitios no sólo en España sino en el mundo donde se ha privatizado o se está intentando privatizar el agua…¿Por que la gestión municipal del agua de un tiempo a esta parte se ha convertido en un asunto de primera importancia para las políticas municipales. ¿Es el caso de Cuenca un caso especial?.
  Es cierto que la privatización del agua está muy extendida, también a nivel español. Ello obedece a las políticas liberales que se viene implantando desde los años 70 del siglo pasado. En España el modelo más extendido es el llamado “francés” que es el modelo público-privado, a través de concesiones a empresas privadas, o de empresas mixtas.
  La gestión del agua, que como he dicho antes se presta bajo la condición de  monopolio natural, es un negocio asegurado para las empresas que se quedan con el servicio. Los ayuntamientos recurren a ese modelo para conseguir dinero rápidamente a través del canon inicial, que al final supone, como se esta demostrando con hechos concretos en muchas ciudades, unos costes muy caros para los usurarios.
  En nuestras viviendas, no tenemos varios grifos de distintas empresas para poder elegir el agua que nos sale más barata. Quedamos prisioneros de la gestión privada de un monopolio natural durante 25 o más años, porque esa empresa ya ha retribuido al Ayuntamiento, mediante el canon inicial, por todo el periodo de concesión. Y el Ayuntamiento de forma irresponsable se gasta ese dinero en atender otras necesidades ajenas al servicio de aguas.
  En España también hay empresas de capital 100% municipal que gestionan  el servicio. Pero lo que hace que lo de Cuenca se parezca más a una concesión a una empresa privada, es que se plantee como objetivo principal cobrar un canon para hacer frente a los problemas económicos del Ayuntamiento. Como reconoció el Alcalde, es un caso único en España, nunca se ha creado una empresa municipal para cobrar un canon.  

Has sido concejal del Ayuntamiento y conoces bien los entresijos de la política municipal conquense. No es la primera vez que se intenta privatizar el agua de Cuenca, ¿Cuál es la historia de los intentos de privatizar el agua en Cuenca y qué respuesta ciudadana ha habido en otras ocasiones?

  En la legislatura pasada el PP intentó la privatización, pero no se pudo ni iniciar el procedimiento, ya que uno de sus concejales se opuso, como mucha gente recuerda, por ser más reciente y por lo llamativo del caso.
  Pero además cuando fui concejal por IU en la legislatura de 1995 a 1999, el PP llevó a cabo dos intentos de privatización, que no fueron posibles gracias a que conseguimos pararlo en los tribunales. No porque la privatización sea ilegal, sino por errores que cometieron en el procedimiento.
  En ambos casos se crearon plataformas ciudadanas, en las que participaban el PSOE e IU, sindicatos y asociaciones de vecinos. Ahora parece que algo ha debido cambiar.
  En la legislatura en la que fui concejal, trataban de hacer una concesión administrativa a una empresa privada, del suministro y el alcantarillado por 25 años, igual periodo de tiempo que en este caso, aunque ahora se trate de una encomienda de gestión a una empresa municipal. También se trataba de cobrar un canon inicial que entonces era de 1.850 millones de pesetas y un canon anual del 3,5% de la facturación. Como vemos un objetivo similar al de ahora. El canon inicial pretendían gastarlo en un único ejercicio presupuestario, el de 1998, y en actuaciones que nada tenían que ver con el servicio de agua, igual que ahora.
  Estuvimos en torno a un año “enredados” con este asunto en el Ayuntamiento. En el primer intento, presentamos un recurso conjunto el PSOE e IU y el Tribunal anuló el procedimiento que ya se había aprobado por el Pleno en junio de 1998, al entender que el concejal de Hacienda que trabajaba en el servicio de aguas, debería haberse abstenido en la votación.
  Este concejal renunció a su puesto de trabajo en el Ayuntamiento y se inició un segundo procedimiento, que se aprobó en marzo de 1999. Contra este segundo procedimiento presenté recurso contencioso administrativo como concejal de IU, al entender que se habían vulnerado mis derechos constitucionales, debido a que el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento no me facilitaba datos que eran imprescindibles para el cálculo de los precios del servicio y también para calcular la cuantía del canon.
  La sentencia salió cuando faltaba aproximadamente un mes para las elecciones municipales de 1999 y estimando mi recurso anuló este segundo procedimiento. La verdad es que el tema paso inadvertido para la inmensa mayoría de la población, porque los medios de comunicación más importantes de Cuenca no dijeron nada, no les debía gustar lo que hacíamos los de IU de Cuenca, porque no informaban de nada de nuestras actividades. Tampoco existían entonces las redes sociales de ahora.  
  En aquellos años, en la privatización no estaba incluida la depuradora porque estaba privatizada. Es bueno recordar esto, porque es un ejemplo claro de lo que supone el modelo público-privado que tanto nos venden. Este fue uno de los primeros casos en esta ciudad.
  La construcción de la depuradora era una obligación impuesta por las normas comunitarias y se financiaba en un 75% con fondos europeos y el otro 25% a cargo del Ayuntamiento. El gobierno municipal de entonces, del PSOE, en la primera legislatura de Cenzano, hizo una concesión a una empresa privada para que financiara el 25% del presupuesto que correspondía al Ayuntamiento y a cambio se quedara con la gestión de la depuradora durante ocho años, en los que cobraría al Ayuntamiento un canon fijo y otro variable en función del agua que entrara para su depuración. Nos salió muy caro esto a la gente de Cuenca, porque la empresa privada puso unos 230 millones de pesetas para construir la depuradora, y en los ocho años que la gestionó le pagamos a través de la tasa por depuración 450 millones. Buen ejemplo para demostrar que los que dicen que lo público-privado nos sale más barato, nos están mintiendo.
  Hay que decir también que cuando el Ayuntamiento recuperó la gestión directa en el 2004 debería haber bajado la tarifa del servicio y no la bajó.

Pensando en términos de futuro, si el Pleno del próximo jueves, 27 de diciembre, aprueba el proyecto, ¿Qué podrá hacer la ciudadanía para evitar que se lleve a cabo o, en su defecto, para minimizar las consecuencias negativas del cambio de gestión?.

  Si el pleno lo aprueba, como es previsible, en mi opinión habría que intentar que las organizaciones que se han personado en el procedimiento haciendo alegaciones, que serían las únicas legitimadas jurídicamente, trataran de ponerse de acuerdo y estudiar las posibilidades de iniciar actuaciones para conseguir la nulidad de este procedimiento. Yo creo que como estamos ante un experimento nuevo, seguro que hay resquicios sobre los que actuar. Esto debería hacerse además con el apoyo de todos los que se oponen a la gestión privada.
  Si finalmente se aprueba lo que quieren hacer, incluida la encomienda de gestión y el cobro de un canon, lo de minimizar las consecuencias lo veo difícil.

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